miércoles, 26 de mayo de 2010

De puentes, de todos.


Mientras el mundo del rock se conmociona por el lamentabilísimo estado de salud del maestro Cerati, sintonicé en la mañana por casualidad una emisora donde sonaba esa canción en la que habla de tender puentes. Entre él y Cortázar, quien también anda de visita, me pusieron a pensar sobre estas estructuras que sirven para acortar distancias, solucionar accidentes geográficos, obstáculos físicos y permitir el paso a lugares que si no fuera por ellos, jamás hubieran estado conectados.
Según información que recibí de fuentes pertinentes, los puentes tienen su origen en la misma prehistoria. Posiblemente el primer puente de fue un árbol que usó un hombre para conectar las dos orillas de un río. También utilizaron losas de piedra para arroyos pequeños cuando no había árboles cerca. Los siguientes puentes fueron arcos hechos con troncos o tablones y eventualmente con piedras, usando un soporte simple y colocando vigas transversales. 

La mayoría de estos primeros puentes eran muy pobremente construidos y raramente soportaban cargas pesadas. Fue esta insuficiencia la que llevó al desarrollo de mejores puentes, en fin, cada vez la modernidad fue ayudando al hombre para hacer estas estructuras más eficientes y seguras.
A pesar de ser cosas que pueden parecer comunes y triviales, no dejan de sorprenderme. En mi último viaje a la playa por la Autopista del Sol, el único tramo de carretera que recuerdo lúcidamente fueron los gigantescos puentes que anuncian las vacaciones y que siguen produciendo la misma emoción que me daba cuando era niña.
Mis preferidos son los puentes colgantes, me divierte muchísimo brincar sobre ellos y escuchar crujir la madera, me encanta el vértigo de ver para abajo y sentirme segura sobre cada tabla, pero al mismo tiempo me aterra pensar que pasaría si alguna de las partes en su estructura deja de funcionar y yo caigo irremediablemente hacia lo que sea que este debajo.
Recuerdo feliz las veces que crucé caminando el puente de Brooklyn, todas como si fuera la primera, observando con muchísimo cuidado cada detalle, cada persona y el paisaje urbano de mi lugar favorito en este planeta.
A pesar de que mis conocimientos en ingeniería estructural son francamente limitados ,me ha tocado construir mis propios puentes como a todo el mundo.  Ahí está la maravilla, lo que más me gusta de los puentes es que no son privilegio de los estudiados, ni están en función de que tengan una utilidad práctica o real, están ahí para que pase lo que tenga que pasar.
Y  también es ahí donde radica su dificultad y su riesgo. Maravillosas dualidades.  Los puentes no aparecen, se construyen y a veces los derrumbes son inminentes. Cortázar dijo que le atormentaba un amor que no servía de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado y  Cerati agradece el puente que le permitía cruzar hacia algún lugar.
¿Y yo? Yo no dejo de asombrarme, de mirarlos con vértigo y de cruzar los dedos.


5 comentarios:

garockda dijo...

Bravo para un texto honesto y sencillo. Sobre los puentes, me he interesado últimamente en el cargo romano eclesiástico de Pontificex Maximus y, tanto el estilo como el tema, me trae a la memoria el Táctica y Estrategia del siempre dulzón, pero bueno, de Benedetti. Lindas letras. Quizá faltó hablar de los puentes bucales, que son también importantes para quienes los usan, uno de los grandes inventos de la medicina, pero simepre opacados por la repugnancia general que causan. En fin.

Bina. dijo...

Muchas gracias por su comentario, querido, habrá que darle mantenimiento a nuestro puente que últimamente está muy abandonado, pero siempre fuerte. Gracias por leerme y por tomarte el tiempo de opinar.

yoyo_pach_ dijo...

Puentes como curitas viales, como puntadas en las heridas, como monumentos a la capacidad de comunicar.

Balbina/Tatiana dijo...

Puentes como atajos al cosmos, como abreviaturas de la nostalgia, como catalizadores de la velocidas en la ruta, como tirantes gigantescos que sostienen a otros gigantes.

Peña dijo...

Algunos puentes cierran y abren para dar el paso, otros van debajo del mar para recorrer mayores distancias y otros a su vez, sirven de represas.

Puentes como tributo a nuestra capacidad de vencer espacio y tiempo si asi lo deseamos.

Salud.